En un tiempo en el que los pastores abandonaban los pueblos y marchaban a extremar, las mujeres celebraban reuniones nocturnas al calor de una vieja chimenea acampanada. Estos son los "trasnochos", momentos en los que se relataban viejas historias y leyendas que la memoria no ha podido enterrar mientras se cosía, hilaba y cardaba la lana. Aquí va el nuestro en particular...
Es tiempo de descanso, tiempo de honrar a LUG, guerrero guardián y protector de las cosechas, a quien hacemos nuestras ofrendas en este día (1 de agosto) de la festividad de Lughnasadh.
Es tiempo de descanso, tiempo de honrar a LUG, guerrero guardián y protector de las cosechas, a quien hacemos nuestras ofrendas en este día (1 de agosto) de la festividad de Lughnasadh.
Lug como divinidad solar suprema y resplandeciente es además el guía de nuestras almas al Más Allá, propiciando el renacimiento de los difuntos, pudiendo formar parte de las representaciones de jinete a caballo que se documentan en algunas estelas discoideas celtibéricas y cántabras, así como en las fíbulas de caballito y báculos de distinción, los cuales en muchos casos aparecen acompañados de cabezas, símbolo que más allá de su acepción como trofeo de guerra, vendría a señalar el compartimento donde reside el alma, como así hacen constar las viejas creencias indoeuropeas.
Las similitudes entre Lug con Mercurio y Apolo en cuanto a características físicas, atributos y acontecimientos mitológicos podrían explicar que a pesar de ser una de las divinidades con mayor cantidad de topónimos e inscripciones ha generado en la Europa Céltica, no aparezca con mayor profusión y a menudo se diluya su huella al sincretizarse con dichas divinidades romanas.
Esta importante festividad agraria céltica era celebrada en Irlanda y la Isla de Man el día 1 de agosto, y en Escocia, cristianizada y re-bautizada en honor a San Miguel, el 29 de septiembre. Con el cristianismo no desaparecería la tradición, siguiéndose celebrando en muchos países célticos ese mismo día ferias, carreras de caballos (en especial carreras dentro del agua), y juegos como el hurling, un antecesor del hockey (Alberro, M.;2010).
La presencia de Lug en España está bien documentada, de hecho la propia ciudad gallega de Lugo llevaría su nombre. Entre los testimonios más espectaculares se encuentra el del santuario céltico de Peñalba de Villastar (Teruel), donde fueron halladas en sus rocas y paredes más de 20 inscripciones, citándose en una de ellas por dos veces al dios Lug, así como una representación antropomorfa masculina con rasgos típicos del arte céltico y otra muy estilizada que se trataría de un bifronte con los brazos extendidos. Además, el propio Cabré en 1910 dejaría constancia de que debajo mismo del epígrafe en la inscripción rupestre aparecía un cuervo, ave fuertemente relacionada con la divinidad que aquí nos ocupa.
En una de dichas inscripciones principales, parece hacerse alusión a una especie de peregrinación de las gentes de las comarcas y regiones cercanas a ese lugar, y la construcción, o techado del mismo sobre las rocas. No obstante, recientemente algunos autores (Beltrán, Jordán y Marco Simón, 2005) han creído considerar la dedicación del santuario a dos divinidades locales desconocidas hasta ahora, cuestión que como vemos no queda exenta de polémica y sigue generando debate.
En nuestra Soria Mágica, el dios pancéltico LUG se manifiesta a través del hallazgo de un ara votiva que dedican los zapateros de Uxama (Osma, Soria) a Lugovibus (plural de Lugoves), así como con la inscripción procedente de Pozalmuro (Soria) donde se puede leer el nombre de Lougesteri, recientemente revisada y considerada un antropónimo en genitivo y no un teónimo.
Las similitudes entre Lug con Mercurio y Apolo en cuanto a características físicas, atributos y acontecimientos mitológicos podrían explicar que a pesar de ser una de las divinidades con mayor cantidad de topónimos e inscripciones ha generado en la Europa Céltica, no aparezca con mayor profusión y a menudo se diluya su huella al sincretizarse con dichas divinidades romanas.
Esta importante festividad agraria céltica era celebrada en Irlanda y la Isla de Man el día 1 de agosto, y en Escocia, cristianizada y re-bautizada en honor a San Miguel, el 29 de septiembre. Con el cristianismo no desaparecería la tradición, siguiéndose celebrando en muchos países célticos ese mismo día ferias, carreras de caballos (en especial carreras dentro del agua), y juegos como el hurling, un antecesor del hockey (Alberro, M.;2010).
La presencia de Lug en España está bien documentada, de hecho la propia ciudad gallega de Lugo llevaría su nombre. Entre los testimonios más espectaculares se encuentra el del santuario céltico de Peñalba de Villastar (Teruel), donde fueron halladas en sus rocas y paredes más de 20 inscripciones, citándose en una de ellas por dos veces al dios Lug, así como una representación antropomorfa masculina con rasgos típicos del arte céltico y otra muy estilizada que se trataría de un bifronte con los brazos extendidos. Además, el propio Cabré en 1910 dejaría constancia de que debajo mismo del epígrafe en la inscripción rupestre aparecía un cuervo, ave fuertemente relacionada con la divinidad que aquí nos ocupa.
En una de dichas inscripciones principales, parece hacerse alusión a una especie de peregrinación de las gentes de las comarcas y regiones cercanas a ese lugar, y la construcción, o techado del mismo sobre las rocas. No obstante, recientemente algunos autores (Beltrán, Jordán y Marco Simón, 2005) han creído considerar la dedicación del santuario a dos divinidades locales desconocidas hasta ahora, cuestión que como vemos no queda exenta de polémica y sigue generando debate.
En nuestra Soria Mágica, el dios pancéltico LUG se manifiesta a través del hallazgo de un ara votiva que dedican los zapateros de Uxama (Osma, Soria) a Lugovibus (plural de Lugoves), así como con la inscripción procedente de Pozalmuro (Soria) donde se puede leer el nombre de Lougesteri, recientemente revisada y considerada un antropónimo en genitivo y no un teónimo.
Ara votiva dedicada Lugovibus (Uxama Argaela)
Su relación con el gremio de los zapateros de Uxama no parece casual tal y como se refleja en la literatura medieval galesa de tradición céltica, concretamente en la "IV Rama del Mabinogion" (siglo XI) donde se alude a Lleu Llaw Gyffes (rubio, mano, diestro), identificado como Lug bajo la denominación “Uno de los Tres Zapateros Dorados”, que se repite en las Triads de Gales (siglo XII) y que concuerda con la aparición de testimonios numismáticos galorromanos en los que aparece esta divinidad representada asociada a una leyenda que dice SVTUVS AUG o “Zapatero Divino” (Alberro; 2010).
Tiempo de vacaciones y para aquellos que están lejos, tiempo de regresar a Celtiberia, que su luz nos acompañe, sean felices y a partir del día 15 de agosto coman perdices.
Tiempo de vacaciones y para aquellos que están lejos, tiempo de regresar a Celtiberia, que su luz nos acompañe, sean felices y a partir del día 15 de agosto coman perdices.
Extraído del artículo: LA ESENCIA CÉLTICA DE LA "SORIA MÁGICA"
Fuentes:
ALBERRO, M.: “El pancéltico dios Lug y su presencia en España”, en Polis. Revista de ideas y formas políticas de la Antigüedad Clásica 22, 2010, pp.7-30.
ABASCAL, J.M. y H. Gimeno, Epigrafía Hispánica, Madrid, 2000.
BELTRÁN LLORIS, F., C. Jordán Cólera y F. Marco Simón, “Novedades epigráficas en Peñalba de Villastar (Teruel)”, Palaeohispánica 5 (2005): 911-56.
CABRÉ, J., “La montaña escrita de Peñalba, Teruel”, Boletín de la Real Academia de la Historia LVI, IV (1910): 241-80.
MARCO SIMÓN, F., “El dios céltico Lug y el Santuario de Peñalba de Villastar”, Estudios en Homenaje al Dr. Antonio Beltrán Martínez, Zaragoza, 1986: 731-59.
OLIVARES PEDREÑO., Los dioses de la Hispania céltica. Real Academia de la Historia, 2013.
Fuentes:
ALBERRO, M.: “El pancéltico dios Lug y su presencia en España”, en Polis. Revista de ideas y formas políticas de la Antigüedad Clásica 22, 2010, pp.7-30.
ABASCAL, J.M. y H. Gimeno, Epigrafía Hispánica, Madrid, 2000.
BELTRÁN LLORIS, F., C. Jordán Cólera y F. Marco Simón, “Novedades epigráficas en Peñalba de Villastar (Teruel)”, Palaeohispánica 5 (2005): 911-56.
CABRÉ, J., “La montaña escrita de Peñalba, Teruel”, Boletín de la Real Academia de la Historia LVI, IV (1910): 241-80.
MARCO SIMÓN, F., “El dios céltico Lug y el Santuario de Peñalba de Villastar”, Estudios en Homenaje al Dr. Antonio Beltrán Martínez, Zaragoza, 1986: 731-59.
OLIVARES PEDREÑO., Los dioses de la Hispania céltica. Real Academia de la Historia, 2013.
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